El proyecto generó una enorme cantidad de material y un montón de debates realmente esclarecedores. Estas discusiones giraron en torno a la generación de imágenes con herramientas de IA, las limitaciones a la representación indígena causadas por la procedencia de los datos en los que se ha entrenado MidJourney y las limitaciones “de sistema” a la representación impuestas por los desarrolladores (por ejemplo, con respecto a la desnudez), así como en torno a las cosmovisiones, estéticas y formas de imaginar el futuro indígenas.

Aunque nos divertimos jugando con MidJourney y viendo lo que podía hacer, muchos participantes no quedaron totalmente satisfechos con las imágenes de los pueblos indígenas y las escenas de la vida indígena generadas por MidJourney. En particular, notamos que al utilizar un prompt que no especificaba el término “indígena”, una etnia específica y/o una región relacionada, junto con su topografía, flora y fauna, la configuración predeterminada rendía cuerpos blancos, biomas y paisajes europeos o norteamericanos, y una estética de pintura europea o de cómic tipo manga. Sin embargo, cuando se agregó el adjetivo “indígena”, el algoritmo de la herramienta funcionó de tal manera que nuestros intentos de generar imágenes futuristas que mostraran a indígenas interactuando con objetos de alta tecnología siempre acabaron representando a los indígenas y sus estilos de vida como muy vinculados a la tradición, eliminando así las referencias a celulares, satélites etcétera.

Incluso después de que se hicieran más ajustes a los prompts para provocar que se alejaran de las tendencias representativas predeterminadas de MidJourney y su visión colonialista de los pueblos indígenas, muchos aún argumentaron, como lo hizo Tadeu cuando buscaba generar imágenes del pueblo Kaingang, que “¡Estos no son mis parientes!”. Loreto quedó particularmente decepcionada por los resultados “blanquísimos”, patriarcales e individualistas que nos devolvió su prompt. Y aunque la mayoría expresó felicidad general con los resultados en relación a lo que habían imaginado y no se desanimó por las deficiencias en la representación de los pueblos y culturas indígenas, solo Aymar encontró que la imagen que generó de un “antiguo abuelo Aymara caminando por sus tierras junto al Lago Titicaca” se parecía mucho a su propio abuelo.

Si bien lo anterior difícilmente constituye una prueba científica de la existencia de prejuicios en la forma en que funciona MidJourney y podría decirse que nuestra forma de trabajar dependía demasiado del azar, con muchas variables en juego en cualquier momento dado, da una idea de algunos de los problemas que se pueden encontrar con la representación de la indigeneidad hecha por los generadores de imágenes AI que existen hasta ahora y fomenta el pensamiento crítico en relación con su uso.